Es una bonita excursión que nos llevará hasta una interesante cueva metida dentro de un farallón rocoso, donde cuenta la leyenda que estuvo refugiado una noche el grandísimo Cid Campeador.
A demás, en los cálidos días de verano, podremos darnos un refrescante chapuzón en las pozas que se encuentran a sus pies.
La senda parte desde el refugio que nos encontramos en el río Pelagallinas (a 10 minutos en coche desde la Casa de los Gatos) donde podremos aparcar el coche. Desde aquí, tomaremos la pista forestal que encontramos a mano izquierda, al otro lado del aparcamiento de coches.
Se trata de una ruta de unos 45 minutos andando por el magnífico pinar que rodea la casa. Durante la travesía, si partimos pronto en la mañana o regresamos de la ruta a última hora del día, es posible encontrarse con corzos, águilas, buitres, vacas e incluso algún jabalí.
Una vez llegamos a la esplanada que da fin al camino de pista, deberemos buscar a mano izquierda el acceso que cruza el primer rio. Después, subiremos un poco por las piedras para volver a bajar a cruzar el segundo rio, y subir a la cueva. Este río es el que forma las pozas, que merece la pena visitar en cualquier época del año aunque no podamos bañarnos.
Para acceder a las pozas, deberemos seguir por las piedras del cañón que forma hasta encontrarlas.
Sin duda es una ruta recomendada para los amantes de la naturaleza.
